SÍNDROME

DEL IMPOSTOR

Sobre mi

Después de algunos años de pruebas personales, tuve ese momento revelación que solo se ve en las películas, cuando el personaje principal decide tomar acción sobre su vida.

En ese punto ya había trabajado para otras personas, sostuve dos empleos por un tiempo, tocado muchas puertas, enviado incontables CVs y asistido a demasiadas entrevistas. Sin embargo, nada de eso me permitió crecer profesionalmente.

Desde que comencé la licenciatura en fotografía, me sentí atraída por este sector, pero decidí ignorar esa inclinación. Ya saben…

Ese proceso fue irregular, y se presentaron contratiempos que, estoy segura, me estaban advirtiendo algo, pero estaba ansiosa por comenzar un capítulo nuevo y me embarqué sin pensarlo dos veces.

En 2019 recibí la carta de una naviera de cruceros: me habían aceptado para trabajar como fotógrafa.

PENSÉ QUE ERA MI OPORTUNIDAD Y QUE POR FIN PODRÍA AVANZAR HACIA DONDE QUERÍA.

Ha sido, sin duda

LA PEOR EXPERIENCIA

LABORAL DE MI VIDA Y LA QUE ME EMPUJÓ A EMPRENDER.

Compré una computadora de escritorio, una nueva cámara con mejores prestaciones y me puse a hacer fotos.

AHORA ESTOY CONECTANDO CON PAREJAS

QUE TIENEN VALORES EN COMÚN CONMIGO

I Primeros pasos

Comencé a practicar fotografía con una PENTAX ME SUPER que pertenecía a mi hermana mayor, aún conservo los negativos y las pruebas de laboratorio que hice en el cuarto oscuro.

II Nuevos intereses

Cuando era niña me aburría la materia de historia, ahora estoy comenzando a leerla por gusto.

Hace años me propuse conectar con mi cuerpo y llegué a las danzas árabes. Los folclores, especialmente los baladis me llenan el corazón. Por cierto... mi apellido es de etimología árabe.

Fui adoptada por una gata bicolor con ansiedad que le teme a todo y por una siamesa que le gusta el pan.

III Mi hobbie
IV Team gatos

PRACTICO EL AUTORRETRATO COMO MÉTODO DE INTROSPECCIÓN